Mi nombre es Guillermo Barreto Gómez, tengo 54 años, soy el cuarto hijo del matrimonio de María Gómez y Guillermo Barreto.
Mis padres en su nivel educativo fuero muy básicos, mi madre no alcanzó a terminar el bachillerato; mi papá prestó el servicio en la marina mercante y de esa forma construyó su vida posteriormente embarcándose en diferentes compañías navieras como chef.
Mi madre no terminó su bachillerato, pues en el momento en que se casó con mi papá, ahí quedó su grado de preparación; luego se dedicó obviamente a educarnos y a cuidarnos.
En la medida en que nosotros íbamos preparándonos en el bachillerato era muy difícil económicamente que mi papá o mi mamá nos dieran la oportunidad de poder ingresar a una universidad, que para la época quien entraba a la universidad era lo máximo. Yo como era el menor de la familia, mientras realizaba mis actividades de estudio del bachillerato,me empleaba en las temporadas de diciembre, el día de las madres y el día del padre en Only, que era un almacén de ropa en Bogotá.
Una vez yo ya terminé el bachillerato, pues salí directamente a trabajar para ayudar en casa y que mi mamá volviera a lo que realmente tenia que hacer una mamá, que era quedarse en casa y cuidar de sus hijos.
Mientras nosotros teníamos el hogar unido, la principal actividad en común, de unión familiar, era entorno a la radio. Me acuerdo tanto que hasta mi papá había comprado un radio y entorno pues a la radio escuchábamos las noticias; a mi papá le gustaba mucho la musca clásica y escuchábamos radio Melodía. Me acuerdo tanto que siempre crecimos en ese ambiente.
Mi papá cuando no escuchaba música estilizada, escuchaba la Sonora Matancera, escuchaba salsa y yo creo que a partir de ahí comienza mi gusto musical de la música salsa.
Existía una emisora en Bogotá que se llamaba Radio K, que trabaja las 24 horas poniendo solo salsa, desde las 12 p.m hasta la 1 a.m del día siguiente. Teníamos un equipo de sonido que mi papá nos había traído de uno de sus viajes en la marina, que era un maletín que cuando se abría, pues estaba el torna mesa y las bafles, y entonces de esa forma nosotros armábamos las rumbas. Posteriormente conocía a Adriana, con quien me casé, nos conocimos en Bogotá y nos establecimos acá en Bucaramanga y dejé a mis hermanas, a mi mamá, a toda mi familia que vivía en ese momento en Bogotá, pues yo fui el primero en irme de la casa.
Y pues bueno, las cosas fueron cambiando más, ya tuve la oportunidad de terminar mi carrera profesional en Administración de Empresas, entonces ya las cosas cambiaron y pudimos estar viajando, pudimos ir adquiriendo artículos de tecnología, la telefonía celular que en su momento fue el Nokia 4310. Adicionalmente ya después adquirimos cámaras fotográficas, con rollo, que hoy en día ya no se ven.
Hablando de las cámaras, pues era muy chistoso si lo comparamos con hoy, pues solamente ya hasta en tu teléfono tienes la cámara, cuando compramos la cámara con Adriana, pues había que fijarse en la referencia del rollo y la cantidad de fotos que podía tomar.
Entonces era instalarle el rollo, esperar la ocasión de las fotografías, tomar la foto y esperar a que se agotaran las 12-24 fotos y después llevarlo a un sitio especializado para que los revelaran y entonces el día de la revelación, era motivo de reunión familiar.
Bueno, y hablando de los avances tecnológicos y viéndolo en contraste o en paralelo con el tiempo moderno y esta situación que estamos viviendo de la pandemia, yo no me imagino como habría podido ser o que hubiese ocasionado la pandemia en tiempos en los que no teníamos tecnología; porque al fin y al cabo hoy por hoy podemos estar en casa y realizar actividades laborales desde la casa porque tenemos un avance tecnológico importante que nos da la posibilidad de mantener nuestras actividades laborales.
Producto radial realizado por María Paula Barreto, Unab Radio.