Realizado por: Mariana Parra, estudiante de periodismo.
Conmemorando el día mundial del agua, dialogamos sobre qué mal estamos de contaminación en Bucaramanga, así que si usted es de los que está acostumbrado a beber agua de la llave, preste atención.
Los índices de mercurio en el río Suratá son alarmantes. La minería ilegal no regulada, es la principal culpable de este problema. Sin embargo, funcionarios del ministerio de Salud y Ambiente, aseguran que el agua que consumen los bumangueses, no presenta riesgo alguno de contaminación.
La falta de regulación en la minería ilegal, ha sido el detonante que hoy en día, tiene al río Suratá con sustancias contaminantes y perjudiciales para la salud, tales como el mercurio, el plomo y cianuro.
El defensor del pueblo, Carlos Camargo, prendió las alarmas de los bumangueses mediante sus redes sociales, cuando expuso los índices de contaminación de mercurio presentes en el río: hasta 80 veces más de los niveles considerados seguros por los estándares internacionales. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) establece que, el nivel máximo tolerable de mercurio en el agua potable es de 2 microgramos por litro, y actualmente el río Suratá cuenta con 163.
Tatiana Villamizar Pita, ingeniera ambiental plantea que aunque las autoridades ambientales han intentado regular y dar pedagogía a los mineros del sector, es una práctica difícil de corregir.
“Se genera debido a la minería ambiental, los mineros no van a dejar de hacer lo que hacen, de la manera en que lo hacen, porque primero implementar estrategias de buen manejo es recurso económico y eso es lo que ellos como pequeños mineros no tienen para inyectar a sus industrias. Y las ayudas de los entes territoriales son muy pocas. Igual aunque la autoridad ambiental también regula, es difícil porque en ese territorio no hay otra fuente económica para que la gente deje de practicar eso”.
La principal práctica de minería ilegal que afecta al río Suratá, se realiza en el municipio de California, que está casi al inicio de la corriente de agua. Recordemos que este cuerpo de agua abastece a Bucaramanga y a otros 12 municipios del departamento.
El Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (AMB), mediante el último reporte emitido al Instituto Nacional de Salud, emitió que si bien en julio de 2022, la contaminación del río alcanzó su máximo valor con 100 microgramos por litro, la planta de tratamiento de Bosconia, logró potabilizar el agua y demostrar un índice de riesgo de la calidad del agua ICAR en 0, es decir sin riesgo que afecte la salud de quienes la consuman.
Gilma Portilla, funcionaria de la secretaría de salud y ambiente, coordinadora del programa Aguas, asegura que aunque el río esté contaminado, el ministerio se encarga de supervisar el proceso de potabilización del agua que realiza el AMB.
“En su momento el agua baja con un nivel alto de contaminación de mercurio, pero en la planta bosconia, realizan tratamiento para bajar el índice de contaminación, para poder suministrar esa agua a la comunidad bumanguesa, en aras de prevenir riesgo a la salud pública, porque si no cuanta mortalidad existiría en la ciudad. Se realiza un control a las muestras de agua, en los 37 puntos existentes en la ciudad, donde está la red de distribución. Estas muestras son llevadas al laboratorio de salud pública departamental en el barrio Mutis, y dan el reporte si es agua apta para el consumo humano. Hasta el momento el ICAR de Bucaramanga se encuentra en agua apta para el ser humano”.
Desde el 20 de mayo, la Procuraduría General de la Nación abrió una investigación a la alcaldesa de California, Santander, Genny Gamboa Guerrero, quien presuntamente permitió prácticas mineras contrarias a la ley y que hoy en día son la principal causa de contaminación en el río Suratá.