Realizado por: Jorge Cespedes, estudiante de Comunicación Social.
Un cordial saludo paro nuestros queridos oyentes de Unab Radio, les habla Jorge Andrés Céspedes. En esta ocasión nos transportaremos a un sitio sumamente importante para la cultura bumanguesa, y nunca mejor dicho, porque del lugar que les estoy hablando, es del Centro Cultural del Oriente.
El sitio en cuestión está ubicado en la carrera 19 con calle 33, justo enfrente del reconocido Parque Centenario, y a media cuadra del centro comercial Bucacentro, el cual está justo al lado del Teatro Santander. De igual manera subiendo por la calle 33 hasta la carrera 21 se encuentra el Parque Antonia Santos.
El complejo como tal, ocupa toda la cuadra a sus anchas, pero curiosamente, solo tiene dos pisos. En la entrada principal por la carrera 19, hay un color amarillo pastel en las paredes, un blanco opaco para las columnas y café pintando las ventanas y puertas.
En la parte trasera, donde también existe otro acceso, los colores se mantienen iguales, solamente que en lugar de ser una pared plana con columnas que ocupan toda la cuadra, las tejas bajan formando una rampa que repele la lluvia. Además de la clara arquitectura colonial, tiene muchas ventanas, puertas con forma de arco y un relieve color amarillo alrededor de ellas. Por la entrada trasera está el estacionamiento subterráneo, pero accediendo por ese sitio te ahorras el pasillo del vestíbulo principal, y llegas directamente a la plazoleta principal.
Una vez dentro, la inmensidad del lugar es lo primero que sorprende, puesto que el atractivo principal además de los salones repletos de historia, son las instalaciones tan bien cuidadas y construidas.
En la primera planta hay varias pinturas expuestas alrededor de la plazoleta. En los pasillos se podía encontrar diversas salas donde había gente practicando danza, pintando y algún que otro funcionario dispuesto a compartir características del Centro en cuestión. En la segunda planta estaban todas las habitaciones que preservaban objetos valiosos y museo donde se guardaba cañones, armas y en síntesis, historia del oriente colombiano.
Los visitantes desprendían un aire de tranquilidad. Nos comentaban que estaban allí esperando a que comenzase sus clases. Uno de los guías del lugar fue el encargado de darnos una perspectiva más amplia del sitio: “Aquí en las plazoletas se realizan eventos culturales, de baile, de pintura y artes plásticas”.
Como lo mencionaba, allí se realizan actividades de toda índole de manera gratuita. Al final de cada semestre los practicantes sacan a relucir sus habilidades aprendidas en eventos culturales que exponen por toda la ciudad. Y el dato histórico más importante es que fue construido en 13 años desde el 1899 y 1912y fue declarado monumento nacional en el año 1995.