Por María José Mantilla Carrascal
mmantilla665@unab.edu.co
Estudiante de Psicología
Cross 40, el lugar donde diariamente cientos de personas asisten para mejorar su salud física, mental y emocional. Hablando con Juan Carlos Amaya, el dueño y fundador de este espacio, comenta que él es licenciado en educación física y, entre tantos sistemas de entrenamiento que vio durante la carrera, le llamó mucho la atención uno en específico; quiso llevarlo a la práctica y así empezó a entrenar en una cancha solo y con algunos implementos, se sorprendió al evidenciar los resultados pues había logrado bajar 16 kilos, pero esto no era lo más gratificante, muchas personas le preguntaban si podían asistir a entrenar con él y así fue que inició este proyecto.

Inicialmente, Juan Carlos pedía a quienes asistían a sus entrenamientos informales un aporte de 5.000 pesos para comprar nuevos implementos y con ayuda del “voz a voz” fue que se empezó a hacer conocido y más personas querían entrenar con él, a la semana se realizaban tres entrenamientos en los cuales llegó a tener hasta 60 personas entrenando bajo su mando.
Juan Carlos comenta que al principio no pensó en llevar este proyecto a gran escala pues para ese momento creía que necesitaría un capital muy alto para lograrlo, fue con la ayuda de una de sus alumnas que reunieron un dinero (40 millones de pesos) y se hicieron socios, tiempo después, se unió su tercera socia, Andrea Trillos, quien hoy en día permanece junto a él a cargo de esta empresa ya que su segunda socia desistió en el año 2020. Para él, lo más difícil al momento de arrancar formalmente con el gimnasio fue crear la empresa pues eran muchos papeles y procedimientos con los cuales no estaba familiarizado, además del pago de impuestos, arriendo y empleados que lo abrumaban.
De esta forma, continuó durante aproximadamente 7 años hasta que llegó la pandemia y pese a que desde tiempo atrás tenía la idea de crear un producto virtual para llegar a personas en diferentes partes del mundo, encontró en el confinamiento y la necesidad de cumplirles a sus clientes, la oportunidad perfecta para llevarlo a cabo.
Su socia, Andrea Trillos, hacía parte de la sociedad de un proyecto llamado “Momba” que es un entrenamiento físico por medio del baile y al terminar su sociedad y quedarse con el 100 % del proyecto, decidió ofrecer un acuerdo de porcentajes a quien ya era su socio en Cross40 y siempre la apoyaba sin intereses de por medio en los eventos que organizaba, él aceptó y acordaron quedar 60-40.
Hoy en día, Cross40 y Momba se encuentran en un solo espacio al que llegaron con la ilusión de ver sus sueños materializados, Cross40 cuenta con el apoyo de seis entrenadores que van rotando según el día y la hora, abren todos los días de lunes a domingo y cada tanto realizan actividades especiales como “Cross40 max” y “Boom boom”.
Lo que más le gusta a Juan Carlos de su trabajo es que “no trabaja”, él realmente disfruta su labor y siente que nació para enseñar a otros lo que sabe y lo apasiona que es el fitness, desde muy joven le ha gustado entrenar y educar, tanto así que la primera vez que entró a un gimnasio fue gracias a un intercambio en el que le permitían entrenar a cambio de que él dictara abdominales todos los días de 6 a 7 am. Por último, comenta que las proyecciones que tiene frente a la empresa que ha construido es la expansión a nivel nacional, es decir, crear sedes a lo largo de Colombia y que muchas más personas conozcan su metodología.