El daño ambiental que se está ocasionando por las heces de mascotas

Realizado por: Diana Carolina Mendoza, estudiante de periodismo.

De acuerdo con la más reciente cifra del Gobierno Local, se calcula que en estos momentos cerca de 8.000 mil mascotas se encuentran en estado de abandono en Bucaramanga.  

La ciudad está sufriendo una muy fuerte contaminación por las heces y orines de los caninos. El olor es insoportable en muchas partes de la ciudad y así mismo, ver tantas heces en las calles es aberrante.

Pero, así como hay perros y gatos callejeros, hay muchos que tienen sus dueños y que a la hora de sacarlos a defecar no se responsabilizan de recoger sus heces, estás son personas que deberían tomar una medida de higiene obligatoria cuando sacan sus perros a pasear por normativa.

Las sanciones que tiene la ley 746 de 2002 y la ley 1259 de 2008. Indica que las personas que no recojan los excrementos de sus mascotas van a ser amonestadas con una multa de cinco salarios mínimos diarios legales vigentes que equivalen 218.000 mil pesos o realizando entre uno y cinco días de trabajo comunitario.

El médico veterinario, Paul López, cuenta que las heces de los caninos contienen materiales en descomposición y millones de bacterias que terminan siendo perjudiciales para el ser humano y el medio ambiente. 

“La materia fecal, cómo tal tanto en perritos como en gatos, contiene los desechos que el cuerpo no pudo aprovechar, generalmente son materiales de descomposición y aparte de esto, se le agregan algunas bacterias que participan en este proceso de descomposición y algunos parásitos dependiendo de la mascota. ¿Qué principal problema trae a los humanos? Es la parte de la zoonosis, que es la transmisión de las enfermedades de la parte animal hacia los humanos”. 

Por esto, cuando una persona saca a pasear a su perro para hacer sus necesidades, las personas deberían sacar una bolsa o papel para recoger sus heces, ya que es una responsabilidad por tenerlo como mascota y así contribuir a la ecología urbana de la ciudad. 

El ingeniero ambiental, Hugo Duran, explica qué las heces caninas tienen componentes como el dióxido nitroso, el amoníaco y el dióxido de carbono que afectan al medio ambiente. 

“Las heces de perro es una problemática que llegan afectar, la biodiversidad y el funcionamiento normal de los ecosistemas. El porqué estos nutrientes llegan afectar al medio ambiente. De el nitrógeno también se desprenden lo que es el dióxido nitroso, por ejemplo, y estos entonces causan emisiones grandes de lo que es el amoniaco, de igual manera generan un aumento de emisiones de dióxido de nitroso”. 

Hay muchas fundaciones sin ánimo de lucro que ayudan a reducir la sobrepoblación canina, recogen gatos o perros en situación de calle, los cuidan y esterilizan para que no hayan cada vez más perros sin dueño en la ciudad.

María Paula Paredes, quien es fundadora de mascotas con amor, explica cómo a través de su fundación ayuda a contribuir con la ecología urbana y la salud pública de la ciudad recogiendo a los perritos en estado de calle, vacunándolos y esterilizándolos.

“La idea de nosotros es ayudar a Bucaramanga con la sobrepoblación canina que hay en la ciudad, entonces lo que hacemos es recoger a los caninos de la zona de la ciudad en la que se encuentran, los llevamos a las casas donde habilitamos el quirófano, los esterilizamos y le ponemos la vacuna anti rabia para que no sea un riesgo para las personas y así una vez sanos de la cirugía devolverlos a su zona donde habitaban. El objetivo de devolverlos es entonces generar poblaciones estériles con un protocolo de medicina preventiva para no generar un riesgo para la salud pública ya que, por la sobre población se está viendo afectado el medio ambiente que se ve evidenciado en el olor por la cantidad de excremento que expulsan diariamente, transmisión de la rabia u otras enfermedades”.

En Bucaramanga, actualmente, se adelantan los procesos para la construcción de una Unidad de Bienestar Animal, que brinde seguridad a los animales que se encuentran en la vía pública y espacios para atender enfermedades que puedan afectar a las personas derivadas de los caninos. 

Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México, un perro de tamaño promedio, es decir, unos 15 kilos, evacúa diariamente cerca de 600 gramos de excremento. Esto significa un total de 18 kilos al mes, de los que la mayoría son heces que no son recogidas o provienen de animales en situación de calle.