Realizado por: Jorge Andrés Céspedes y Ana Sofía Ducón, estudiantes de Comunicación Social de la UNAB.
En la ciudad bonita rentar una bicicleta es gratis, sin embargo, menos del uno por ciento de los habitantes las utiliza. En comparación con estados unidos donde rentar una cuesta más que recargar combustible.
La bicicleta como un medio de transporte alternativo a los vehículos de motor es la opción más escogida a nivel mundial. Es versátil, fácil de usar y su mayor atractivo es su inexistente gasto económico.
Claro, dejando de lado las pinchadas y cambio de frenos cada tanto. Su estacionamiento es gratis casi en la totalidad de los espacios urbanos, por lo que tampoco se tiene el problema que se tiene con los carros cuando no se encuentra estacionamiento.
Todo el mundo las puede usar sin necesidad de alguna licencia, cosa que la hace disponible para todos los públicos además claro de su gran aporte al medio ambiente.
Por todo esto la bicicleta es una alternativa más que formidable cuando a la hora de transportarse de un sitio a otro se trata.
Según el informe más reciente del plan maestro metropolitano de movilidad. En la ciudad de Bucaramanga la cultura ciclística es técnicamente nula.
Escasamente el uno por ciento de sus habitantes tiene a la bicicleta presente como medio de transporte real y no como una actividad deportiva espontanea.
Más del noventa por ciento de las personas encuestadas en el censo del plan de movilidad en Bucaramanga, aseguran que no utilizan la bicicleta porque no tienen una propia, a pesar de que Bucaramanga es el único municipio de Santander que cuenta con sistema de bicicletas públicas donde cualquier ciudadano puede alquilar una sin ningún tipo de costo.
Aquí nace una discrepancia donde el estado ofrece los medios como ciclo rutas y bicicletas públicas pero los habitantes no consideran este medio de transporte como una alternativa viable.
Le preguntamos a diferentes personas que viven más de cerca el ciclismo, qué opinaban acerca de la situación de las bicicletas en la ciudad y el porqué de su marginación.
“Hola, mi nombre es Jennifer Rivera. La ciudad no está apta como tal, si hay ciclo rutas pero definitiviamente son pesimas, no están muy bien planeadas, Bucaramanga es una ciudad que aún es pequeña y en las vias falta mucha gestión, mucha logistica y planear muy bien ese tema”.
“Mi nombre es Dai Ramirez, pienso que las bicicletas son un sistema muy abandonado, en el cual la comunidad no tiene cultura para respetarla y seguir las reglas”.
“Mi nombre es Darwin Rodriguez,las ciclorutas me parece un sistema muy ineficiente, al menos en nuestra area limitrofe no hay el alcance como se esperaría de una ciudad como la de nosotros”.
“Mi nombre es Marcela Ballen, Bucaramanga me parece que es una ciudad super bien adecuada para todo el tema porque hay una buena ruta de distribución de ciclovías y la gente también tiene la cultura de respetar al ciclista”.
La gran mayoría de entrevistados están de acuerdo en que el estado los ha abandonado con el tema del ciclo rutas, solamente hay veinte kilómetros de ciclo ruta en la ciudad y no es continua, se divide en muchos sitios, hay unas muy mal construidas y poco planeadas, que hacen que los ciclistas tengan que meterse en autopistas y calles donde sus vidas corren peligro.
Son conscientes de que es un medio de transporte excelente pero la poca infraestructura que la ciudad les brinda hace que prefieran tomar un taxi por pura comodidad.
Sin embargo, la principal causa por la que los habitantes de Bucaramanga no usen las bicicletas es por la inconciencia de los conductores de vehículos a gasolina. Pese a que solo entre enero y marzo más de veinte personas resultaron lesionadas en accidentes de tránsito en la ciudad, el miedo no es solo local, con las constantes noticias nacionales acerca de ciclistas arrollados por camiones es normal que exista cierto respeto hacía la bicicleta.
Para contrastar la información dada por los habitantes de Bucaramanga, tenemos testimonios y puntos de vista de estudiantes estadounidenses de la universidad estatal de la bahía de california. Sophie morales nos amplía.
“El costo de la gasolina en california es de cuatro con cuarenta y cinco el galon, mientras que el precio de alquilar una bicicleta está entre quince y 40 dolares por día, sin embargo a la larga la bicicleta si sale más rentable. En monterey hay mucho caminos para que los ciclistas puedan transitar, manteniendolos seguros de no tener que transitar en la misma vía que los autos. En monterey el ciclismo es muy popular entre los turistas, hay bastantes ciclovias al rededor de la costa que los invita a explorar la naturaleza y las caracteristicas de monterey de primera mano”.
Con esto se pueden notar ciertas diferencias con respecto a Bucaramanga y Colombia en general, apoyo masivo del estado con rutas que cubren prácticamente toda la ciudad, pero la renta de bicicletas resulta un gasto mayor para el bolsillo estadounidense que simplemente tanquear el carro.
La discusión final está en la educación que se le puede brindar a los jóvenes para que vean a la bicicleta como un medio de transporte real y hasta mejor que la camioneta. Lamentablemente en esta cultura influenciada hasta la saciedad por los estadounidenses pudientes, lo mejor es tener una enorme camioneta y pavimentar autopistas de doce carriles sin destinar siquiera uno para las bicis.
El relativo desarrollo prioriza a las adquisiciones ostentosas como una vida exitosa, por eso casi nadie desde este lado del charco piensa que una bicicleta sea mejor que un auto. Si allí en california la gasolina estuviera muy por encima del precio de alquilar una bicicleta las personas la considerarían como una opción, pero si cuando se tiene la intención de usar una resulta más costosos que usar mi propio auto ¿Para qué cambiar?
La bicicleta puede cumplir su función en la ciudad de la misma manera que una moto o un auto, solamente tienes que sudar un poco en las subidas, pero créelo, en unos años el planeta te lo agradecerá.