El Socorro celebra Semana Santa en su centro histórico

Realizado por: Juan Sebastián Riaño, estudiante de periodismo.

El municipio del Socorro, Santander, ubicado a 121 kilómetros de Bucaramanga y capital de la provincia comunera, es una ciudad conocida por su importancia histórica en la independencia de Colombia y caracterizada por su arquitectura colonial, bien conservada hasta la actualidad. 

El Socorro es, junto con Girón y Barichara, uno de los tres pueblos patrimonio de Colombia que se encuentran en Santander. Además, su centro histórico fue declarado en 1969 como Monumento Nacional. 

Si bien en este municipio generalmente no ocurren muchas cosas destacables según sus propios habitantes, la Semana Santa es uno de los momentos más álgidos del año junto con las celebraciones de: la Insurrección Comunera el 16 de marzo, la Independencia del Socorro el 10 de Julio y el Concurso de la Canción Inédita José A. Morales en septiembre. 

Este año, durante la Semana Santa, los habitantes del pueblo se reunieron para celebrar esta festividad religiosa con diversas actividades y eventos. La principal calle peatonal de la ciudad, la carrera 14, fue decorada con alfombras de flores y arena, mientras que las iglesias y capillas estuvieron llenas de fieles durante toda la semana.

María Rosalbina Herrera, habitante del Socorro y asistente a la procesión del Domingo de Ramos, asegura que el Municipio es un gran sitio para conmemorar esta festividad, además afirma que viven esta época en familia. 

“Semana Santa aquí se vive con mucha paz y tranquilidad, yendo a las iglesias a orar y pedirle a Dios por todas las cosas buenas, que haya mucha paz y que nos queramos todos como hermanos. Quedarse uno en la casa orando, pidiéndole a dios por toda la humanidad, compartiendo por la familia… yo pasé muchas semanas santas en Bucaramanga, no salía a ni parte”. 

El Domingo de Ramos, se llevó a cabo una procesión, que comenzó en la capilla de La Inmaculada hasta llegar a la Basílica Concatedral de Nuestra Señora del Socorro, en ella los fieles llevaban palmas y ramos de olivo para rememorar la entrada de Jesús a Jerusalén que describe la Biblia. Los niños participaron en la procesión con sus propios ramos y vestidos con túnicas blancas.

María Clemencia Sepúlveda, fiel perteneciente a la iglesia Ministerial de Jesucristo, certifica que en su familia la celebración de los días santos es muy importante y que no se permiten ningún tipo de recreación al interior del núcleo familiar. 

 “Es una semana en la cual los dos días, jueves y viernes, sí tenemos una reverencia hacía ese día. No hay paseos con propósitos de mucha diversión, más bien estar en la casa, ir al servicio religioso. A nivel de casa, familia no puede haber bailes, discusiones, peleas ni nada de eso. Las ciudades eso lo han ido olvidando eso, esa celebración se siente más en los pueblos, los pueblos conservan más la tradición de recordar ese evento. 

El Jueves Santo, se celebró la tradicional misa de la Cena del Señor, seguida de una procesión en la que se llevó el Santísimo Sacramento a diferentes iglesias y capillas de la ciudad como la Parroquia de Santa Bárbara, la Capilla de Árbol Solo o el templo Nuestra Señora de Chiquinquirá. Durante la procesión, se cantaron alabanzas y se rezó el Rosario.

El Viernes Santo, se conmemoró la Pasión y Muerte de Jesús con una representación teatral de la Via Crucis en la plaza principal de la ciudad. Los actores vestidos con túnicas y coronas de espinas representaron cada una de las estaciones de la cruz, mientras que los fieles seguían la procesión en silencio. Los habitantes del pueblo siguieron un recorrido que se extiende por 8.4 kilómetros y que va desde el Parque de la Independencia hasta el cerro Oratorio Alto de la Cruz. 

Para Graciela Rangel Ballesteros, colaboradora de la parroquia de Nuestra Señora del Socorro, todas las actividades demuestran que el pueblo conserva una tradición única, algo que en las ciudades se ha perdido. 

“Se siguen conservando todas las tradiciones, aquí es un municipio muy católico donde siempre se respetan todos los ritos religiosos y hay mucha concurrencia a todos los templos y más ahora que se tiene también el turismo religioso, entonces aquí se acostumbra mucho ir el Viernes Santo ir al alto de la cruz como una especie de romería y un acontecimiento también muy especial, el Socorro es una de las ciudades bonitas para llegar a conocer, para disfrutar y pasar una Semana Santa tranquila y con mucha devoción hacía todo. 

Alrededor de 500 personas, estuvieron presentes el pasado Viernes Santo en la procesión al Alto de la Cruz, lo que demuestra la trascendencia de este evento para los feligreses del Socorro. Adicionalmente, durante la semana muchos turistas visitaron el pueblo ya sea por vacaciones o por motivos espirituales.