Realizado por: Juan Sebastián Riaño, estudiante de periodismo.
Debido al mal comportamiento de la comunidad, los más de 1.700 contendores para residuos sólidos instalados en Bucaramanga y su área metropolitana han generado un grave problema de salud pública y se han convertido en foco de contaminación en varios puntos de la ciudad.
Entre 2017 y 2018 la Alcaldía de Bucaramanga, en alianza con la Empresa de Aseo y el Área Metropolitana, entregó poco más de 1.400 contenedores para residuos sólidos que fueron distribuidos en los puntos críticos de Bucaramanga y otros 300 para los del área metropolitana.
Casi 5 años después de la implementación de esta estrategia, cerca de la mitad de los contenedores han sido removidos, vandalizados o convertidos en instrumentos de aglomeración y acumulación de desechos.
En algunos sectores de la ciudad como el parque San Pio, el parque Santander o el Paseo del Comercio los contenedores fueron retirados por las autoridades debido al mal estado de los mismos. La comunidad se ha quejado constantemente a causa de la repercusión negativa que los contenedores han tenido en el espacio público.
En el parque Santander, por ejemplo, había tres contenedores ubicados sobre la Carrea 20 con Calle 35. Habitantes del sector como Angélica Rueda consideran que retirar los contenedores fue la decisión adecuada porque su aporte en la limpieza de la zona era mucho menor que los problemas que generaban.
“Los contenedores nunca sirvieron, eso siempre estaba todo lleno de basura y toda tirada por todas partes. Venían a limpiarlos tres días a la semana, pero la basura siempre se acumulaba antes. Se veía un basurero terrible y eso que estaban ubicados cerca al CAI. Es mejor que los hayan quitado porque no estaban sirviendo, ahora el problema es que la gente sigue dejando mucha basura y, por ahí, por donde estaban ubicados, frente al Club Comercio, se genera una contaminación impresionante; todo regado por todas partes”.
La inversión e implementación de este sistema de contenedores surgió como parte del proyecto de gestión de residuos sólidos seguido por la Administración Pública en 2017. El contrato adjudicado al Consorcio Contenur Bucaramanga tuvo un valor de 1.600 millones de pesos.
Según indicadores reportados por la EMAB, en Bucaramanga se desechan, en promedio, casi 1000 toneladas de residuos sólidos al día; de las cuales, solo el 10% corresponde a materiales reutilizables.
El ingeniero ambiental Iván Javier Peña, contratista de la Corporación para la defensa de la Meseta de Bucaramanga, señala que la aglomeración de los residuos es producto del mal manejo de los contenedores por parte de la comunidad. Además, afirma que para las autoridades es difícil encontrar nuevas alternativas para lidiar con el problema por el alto costo que supone.
“Por lo que hemos visto últimamente se han aglomerado basuras en los lugares que están a disposición; es debido a eso que la Alcaldía debe encontrar otro plan porque no puede dejar botadas las basuras en las calles; deben disponer estos residuos en otros departamentos y eso incrementa las tasas, incrementa el recorrido de transporte de los vehículos, entonces eso genera aglomeración. Por otro lado, la cultura de la gente en algunas partes, pues no es la suficiente, no están prestos a los horarios de sacado, sacan después de que el camión hace su recorrido. Estas aglomeraciones de basura generan problemas de salubridad, hay personas que vienen rompen las bolsas, sacan lo que quieren, su cartón y demás y las bolsas quedan expuestas y regadas, esto es una falta de cultura y conciencia de las comunidades; es una realidad y la estamos viviendo”.
En sitios como el barrio Nueva Granada los contenedores representaron un grave problema de aglomeración de residuos y fueron retirados por petición expresa de la comunidad; sin embargo, en enero de este año, la EMAB ubicó un nuevo y único contenedor en la carrera 20 con calle 71 que, según los residentes, ha funcionado correctamente.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Nueva Granada Rubén Jiménez asegura que la falta de organización de la comunidad fue la razón por la que los contenedores tuvieron que ser removidos, además, menciona que cree en que la estrategia funcione en otros sectores de la ciudad.
“Ahora en el Barrio Nueva Granada tenemos un solo contenedor y no ha representado ningún problema porque la comunidad ha sido muy respetuosa y hemos llegado a un acuerdo para darle un buen uso al contenedor. Los contenedores de antes tuvieron que quitarse porque los vecinos llamaron y pidieron que los quitaran; todos los problemas eran por desatención de los horarios de recolección. Yo creo que en verdad estos contenedore son necesarios y pueden funcionar perfectamente, pero la gente tiene que poner de su parte”.
A pesar de los problemas que se han presentado con este sistema de recolección de basuras, desde la EMAB apuntan a continuar con la implementación y reparación de los contenedores de Bucaramanga. Este año han sido agregados siete nuevos contenedores en el barrio Zarabanda, seis en el barrio San Pedro y 10 a lo largo de la carrera 27.