Gonzalo Arango

Colombia, finales de los años 20´s, la década terminaba con hechos propios de un país a penas en formación, en 1928 el ejercito disparó indiscriminadamente a los rebeldes trabajadores de la United Fruit Company y en Andes, un pequeño municipio de Antioquia, estaba por nacer un nuevo profeta, mejor conocido como:

 “Yo, Gonzalo Arango”

El profeta del desastre, Gonzalo Arango Arias, nace el 18 de enero de 1931 siendo el hijo número 13 de 15 hermanos.

En el bachillerato leyó su primer texto literario, el Quijote y fue compañero de estudio de Fernando Botero en el Liceo antioqueño de la Universidad de Antioquia.

“No tengo títulos ni menciones de honor. Estuve a punto de ser abogado, pero cierta inclinación a torcerlo todo, me desvió del Derecho”.

Desde ese momento, Arango se dedicó a escribir para sobrevivir, llegando a ser corresponsal del periódico oficialista en 1953 (tiempos de Rojas Pinilla) hasta llegar a realizar el Primer Manifiesto Nadaísta en 1957.

Dentro de su obra, resaltan títulos como: el Primer Manifiesto Nadaísta (1958), Sexo y saxofón (1964) , un compilado de sus cuentos, Prosas para leer en la silla eléctrica (1966) , compilado de crónicas, ensayos y artículos, y hasta se atrevió a escribir obras de teatro, la más recordada es Los ratones van al infierno y La Consagración de la Nada.

También, mantuvo columnas permanentes en las revistas la Nueva Prensa, Cromos y en varios periódicos colombianos, El País y El Tiempo. En dónde destaca aquella entrevista realizada al cuatro veces campeón de La Vuelta a Colombia, “Cochise” Rodríguez y publicada en la revista Cromos el 20 de mayo de 1968. Dicha entrevista comenzó de la siguiente manera:

“El Corazón de Jesús más feo del mundo está en el Barrio Simón Bolívar: Cra. 84 N°. 37-6, de Medellín. En esa casa vive Martín Emilio Rodríguez Gutiérrez, alias Cochise”.

Juan José Hoyos, periodista ganador del Premio Nacional de Periodismo Germán Arciniegas en 1994, define a Gonzalo Arango como alguien que se arriesgó y recorrió país.

“Había pocos periodistas que se arriesgaban y Gonzalo Arango, siguiendo esa filosofía de vida que él tenía, lo arriesgo todo. Hacía un periodismo distinto al de los demás, además tenía una cosa muy bella y era que mientras la mayoría de los periodistas colombianos estaban encerrados en las redacciones de los periódicos, él salía y andaba por este país”

La vida del escritor nadaísta termina inesperadamente el 25 de septiembre de 1976 en un accidente de tránsito.

Si el Día del Idioma es una celebración que se realiza en homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra, quien falleció un 23 de abril, no cabe la menor duda que el mejor homenaje es inspirarse en su obra y legado. Así lo han hecho múltiples escritores como Gonzalo Arango, el profeta de los años 50´s.

Nota realizada por Felipe Jaimes, Unab Radio.