Informe especial: Violencia a la Comunidad LGBTIQ+

Por: Nicolás Amaya y Emmanuel Sánchez, estudiantes de Periodismo

La violencia a la comunidad LGBTIQ+ desde 1980 hasta 2022.

Antes de 1981 ser homosexual en Colombia era tipificado como un delito. Gracias a la ley 100 de 1980, el expresar afecto a una persona del mismo género se consolidó como un derecho y parte de la libertad de cada individuo.

Sin embargo, no fue aquí donde se acabó la discusión. Ya que a pesar de ser un acto legal, no tenían garantías que los protegieran de discriminaciones o señalamientos de la sociedad. Así que fue en 1991 que en la constitución, nacen garantías como el derecho a la igualdad, el principio constitucional del pluralismo y el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Estos derechos tienen un enfoque especial para la población LGBTI. Pero fue años despues que se formo la ley antidiscriminación o ley 1482, con la que se incluye en el Código Penal, en el artículo 134 A: “El que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual” .

La pena prevista para el que cometa esta conducta es de 1 a 3 años y una multa de 10 a 15 salarios mínimos mensuales vigentes.

A pesar de establecer leyes y protecciones legales para la comunidad LGBTI, no dejaron de ser sometidos a la discriminacion, violencia y maltrato, incluso al homicidio. 

Durante 2015 fueron asesinadas 110 personas de la comunidad LGBTI. 32 mujeres trans fueron asesinadas, 11 mujeres lesbianas,  52 homosexuales y 9 personas defensoras de la comunidad. No solo fueron violentadas mujeres y hombres inclusivos a la comunidad, sino también defensores y representantes. 

Los asesinatos, el acoso y el señalamiento, son a lo que las personas se han tenido que adaptar y enfrentar en el territorio colombiano. Cada año se presentan más cifras y se ha convertido en una problemática constante. 

Leyla Camacho es una mujer bisexual que junto a su ex pareja sufireron de acoso y señalamientos en las calles y en redes sociales.

“El año pasado yo tuve una relación con mi ex, mi novia en ese momento, y nosotras siempre subiamos estados, saliamos a la calle, normal, como una pareja heterosexual, y muchas veces nos dijeron que eramos muy lindas para ser lesbianas. Otras veces nos escribían manes pidiéndonos hacer trios y siempre eran super irrespetuosos, super morbosos, nos llegaron a mirar feo en la calle y asi muchas cosas para que nos sintieramos incómodas, decían que qué desperdicio que fuéramos lesbianas.”

Durante 2020, en todo el territorio nacional, la Defensoría del Pueblo, a través de la Delegada para los Derechos de las Mujeres y los Asuntos de Género, acompañó, asesoró y activó rutas institucionales en 517 casos de violencia contra esta población. Los departamentos con mayores atenciones fueron: Arauca con 68 casos, Norte de Santander con 48; Caldas con 39, Quindío con 28 y Guajira con 26 casos.

La Corporación Caribe Afirmativo ha registrado en 2022, desde el 1 de enero hasta los 6 primeros días de abril, 14 homicidios contra la población LGBTI, de los cuales nueve corresponden a hombres gay, cuatro a mujeres trans y una mujer lesbiana. 

Los departamentos con mayor número de asesinatos han sido Antioquia, con un total de siete casos; le siguen Tolima, Magdalena, Santander, Córdoba, Cundinamarca

 con al menos uno o dos casos, y San Andrés. En este último territorio se registró el primer homicidio de una persona LGBTI. Los autores principales han sido presuntos grupos armados ilegales y hombres civiles.

En Bucaramanga para 2021 el Centro Integral de la Mujer acogía temas de diversidad pero no existía un centro especializado. Para este año se trataron 33 personas en temas jurídicos y en acompañamiento  psicológico.

En 2022 el Centro Integral de la Mujer se amplió a llamarse el Centro para la Atención Integral de Mujeres y Población con Orientaciones Sexuales e Identidades de Género Diversa que logró en 3 meses atender a 22 personas en temas jurídicos y en acompañamiento psicológico, además de ofrecer diferentes charlas, conversatorios y programas que llegaron a 221 personas.

John Sarmiento es un joven de 19 años que durante toda su vida se ha sentido diferente a sus demás compañeros. Toda su etapa estudiantil estuvo plagada de preguntas sobre su sexualidad y comentarios ofensivos, dos cosas que nunca lo dejaron ser…

“Me acuerdo muy bien que cuando comencé a empezar  realmente a descubrir mi estilo, que es algo que me caracteriza hoy en día. Salí a la calle escuchando demasiados comentarios hirientes de personas que nunca había visto y simplemente me gritaban palabras ofensivas o simplemente se acercaban de manera muy brusca para intimidarme.  Lo más volátil que he llegado a sentir ha sido hostigamientos de una persona no solamente psicológica sino física también y de igual forma intentos de abuso sexual por lo mismo de personas que se supone que segun ellos son heterosuexuales. Cabe recalcar  que realmente no es fácil salir todos los días, no es fácil quererme y intentar vivir como desearía vivir como lo intento hacer, pero este punto de la vida tengo más miedo de perderme a mí mismo, de volver a lo que fui a todo lo que realmente no me representa a que me maten en la calle y realmente eso es muy cierto.”

Durante los primeros meses de 2022, la alcaldía de Bucaramanga frente a la delicada situación se ha visto en la necesidad de ayudar, asesorar a todo aquel violentado y afectado integrante de la comunidad LGBTIQ+. Por lo que se desarrollaron 4 diferentes comités estratégicos para diferentes situaciones y casos. 

El primer comité denominado Programa de visibilidad, se basa en identificar espacios de la ciudad, que comprendan y reconozcan los diferentes tipos de sexualidades de las personas. Por medio de cursos formativos que los representantes de la alcaldía brindan a diversos establecimientos, capacitándose sobre de la diversidad de género, de  sexualidad, reconociendo los derechos y a la discriminacion como un delito. 

A dichos establecimientos que cumplen con el programa de la alcaldía, se les regala un cartel distintivo el cual indica que es una zona con conciencia y conocimiento sobre los derechos de la diversidad. 

El segundo comité, Programa de diversidad Bucaramanga libre, es una estrategia que se transporta de zona a zona. Se desarrolla una agenda y cronograma donde los representantes dispondrán del conocimiento y asesoría por las diferentes zonas de Bucaramanga. Son espacios donde las personas integrantes de la comunidad puedan acercarse e informarse legal y jurídicamente sobre situaciones que están presentando en sus sectores o hogares.  

El tercer comité es “Círculo de la palabra”. Con el objetivo de erradicar los estereotipos o prejuicios que se han impuesto a las personas lgbt, se desarrollan espacios de diálogo con personas mayores y se busca que comprendan acerca de las orientaciones sexuales, como los prejuicios , pueden afectar a la vida de las personas, sus proyecciones o planes de vida. 

Aquí las personas logran desahogarse y expresar cualquier miedo, inquietud o problema. 

Como último comité está “Proyecto territorio hch” este a diferencia de los otros es una estrategia que protege sobre la salud y bienestar de mujeres, hombres y no binarios. Desarrollan pruebas de VIH, entrega de kits de preservativos y lubricantes que protegen su salud sexual. 

Los detalles más positivos de estas estrategias difieren en el apoyo y acompañamiento sobre cualquier instancia o problema. Los representantes en caso de ejercer una denuncia se encuentran en la labor de acompañar y guiar para hacer efectiva dicha denuncia. Realizan asesorías gratis y manejan un centro de línea, habilitado para quien lo requiera. Además, no sólo buscan favorecer a la comunidad sino también generar un cambio en la conciencia y comprensión. 

Para conocer más, con base en la experiencia y conocimiento sobre la situación en Bucaramanga,  se contactó con Olga Materón, comunicadora organizacional defensora de los derechos de la comunidad  lgbtiq+ e integrante del pacto histórico. 

Olga Materón ha sido una de las personas más informadas sobre casos de violencia a la comunidad y se ha dado en la labor de compartirlos en sus redes sociales. 

Para conocer sobre el contexto de la capital santandereana, como primera pregunta se le formuló a Olga ¿Las personas de la comunidad lgbtiq+ han sido víctimas de  acoso, maltrato o algún tipo de violencia en Bucaramanga?

“Si, por supuesto. La población ha sido víctima de violencias, ha sido una población discriminada, olvidada y violentada históricamente. Digamos que en los últimos cinco años hemos podido ver la incidencia de las organizaciones lgbtiq en Santander organizaciones sin ánimo de lucro, organizaciones sociales, colectivas y demás, pues nos hemos organizado hemos venido haciendo acciones de diferentes escenarios para que por su puesto las violencias se mitiguen y todo ese trabajo finalmente, digamos que logró impactar la institucionalidad hasta este cuatrenium donde vemos que por ejemplo la alcaldía de Bucaramanga ha tenido una que otra acción importante desde la secretaría de desarrollo social y económico, el el sub programa lgbtiq en cabeza o conformado por practibistas lgbtiq que han llegado, se han salido de las calles para llegar a la institucionalidad a trabajar a favor de esta población y por supuesto bueno a sido un trabajo interesante, sin embargo todavía falta mucho porque evidentemente seguimos siendo víctimas de violencias y hay una exclusión creíble en el sector laboral, dentro de las aulas vemos también estos círculo de violencias que ha muchas veces pueden ser silenciosas y amangualadas  porque pues digamos que dentro de las instituciones se dan cuenta muchas cosas pero que tampoco se despliegan acciones a favor de las personas con orientaciones sexuales e identidades de genero diversas, entonces falta todavia un trabajo y ese trabajo pues tristemente no solo es de la alcaldia sino que tiene que ser un trabajo en conjunto. Entonces se ha avanzado pero por supuesto falta.”

“Creo que también hay una sociedad que es cómplice, ¿no? hay gente, somos cómplices muchas veces de las violencias que viven las personas y algunas comunidades, sectores poblacionales y no hacemos nada al respecto, esa es la realidad. Muchas personas saben y conocen casos de violencia que vive la población LGBTIQ pero no hacen nada porque quizá o no les interesa o quizás tenga esa idea que “por algo les pasa”, entonces hay una complicidad peligrosa en eso.”

Hemos hablado de las cifras que atormentan a la comunidad, como diariamente existen casos de discriminacion o violencia de cualquier tipo. Pero en la búsqueda de víctimas y testigos pudimos encontrar el de La Leona. 

“Casos impactantes hay muchos, y sobre todo los que terminan tristemente en apagar la vida de las personas, o sea el más reciente fue La Leona, La leona una chica trans en Bucaramanga que fue asesinada.”

La Defensoría del Pueblo afirma que en los primeros cuatro meses del año 2022 se han registrado nueve asesinatos de mujeres transgénero y la cifra aumenta a 45 personas trans entre el año 2021 y 2022 en Colombia.

Uno de los casos que más atormentó a la comunidad fue el asesinato de “La Leona” una estilista y activista de la comunidad LGTBIQ+ que era un ícono de la visibilidad Trans.

Desde la comunidad y con el apoyo de la Alcaldía de Bucaramanga se pudo mantener la identidad de género de La Leona incluso después de su muerte.

Realizaron acompañamiento a la funeraria Pablo Sexto para garantizar el respeto y reconocimiento de la identidad de género en la velación. Desde la Fiscalía General de la Nación se presentaron dos documentos:  un comunicado solicitando la aplicación del enfoque de género en la investigación penal, la aplicación del modelo del Protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género y un derecho de petición solicitando información sobre los avances de la investigación y la tipificación del delito e imputación como feminicidio agravado. Se solicitó tomar acciones para evitar actos de discriminación y odio como los vividos por amigas y asistentes a la misa de exequias del domingo 13 de marzo a las 10:30 a.m. y se solicitó presentar disculpas públicas por parte del sacerdote y la Capilla Cristo Redentor. Con argumentos de hecho y derecho se solicitó el reconocimiento de la identidad de género y el nombre identitario de la víctima. Estas fueron algunas de las medidas que se tomaron.

En el mes de julio a través de un fallo de tutela un juez le ordenó al Ministerio del Interior expedir el plan de acción de la Política Pública Nacional LGBTI, decretado desde el 2018, las omisiones para implementarlo continúan y se constituyen en una grave vulneración de los derechos a las personas con identidades de género y orientaciones sexuales diversas.

Daniela Lucia Navarro asesora de género UTL de Angelica Lozano explica las dificultades que existen al tratar temas de diversidad desde el congreso 

“Ha sido muy complicado, hay mucho rechazo, hay mucho saboteo para este tipo de proyectos de ley y pues la verdad existen muchos congresistas que no solo votan que no a los proyectos de ley sino que hacen campaña pública abierta para que no sean aprobados.”

Desde el congreso se presentó el 10 de mayo el proyecto de ley llamado “Inconvertibles”, que busca poner fin a las “terapias de conversión”, prácticas con las que se busca cambiar o alterar la identidad de género o la orientación sexual de una persona, estas prácticas atentan contra la integridad física y mental de las personas.

De acuerdo con el representante a la Cámara Mauricio Toro, quien presentará el proyecto de ley, en Colombia “una de cada cinco personas LGBTIQ+ y una de cada tres personas trans, pueden llegar a ser sometidas a golpes, a desnudarse, a tener alimentación forzada, a violaciones, inmovilización durante días y a estar encadenadas”, durante estas terapias.

En la radicación de la propuesta legislativa harán parte organizaciones y colectivos LGBTIQ+ de todo el país que fueron convocados.