En Bucaramanga, Santander, las personas ahora nos cobijamos en casa y tomamos medidas preventivas para evitar un virus mundial. Aquella vida libre donde respirábamos en el lugar que queríamos, es ahora un mundo aislado en el que ha afectado a varias personas, como para otras, todo sigue igual o mejor. Hoy les contaré la situación tras paredes familiares a causa del coronavirus.
Durante el día me dediqué a escuchar a la gente que me rodea, para saber cómo están llevando esta situación o de qué manera los está afectando. La voz que van a escuchar es de Juan David Bautista, mi primo. Él es estudiante de bachillerato y me cuenta cómo se siente por el confinamiento que empezamos el lunes 16 de marzo de 2020.
“El presidente, si, suspendió las clases entonces estoy feliz, a veces me aburro, como todo, pero estoy feliz y trato a veces de no tener tanto contacto con la gente”.
En cambio, para los estudiantes universitarios como yo, la suspensión de clases presenciales nos ha afectado porque estudiar virtualmente nos aumenta la distracción. Kleidimar Mora, una amiga de la universidad es estudiante de Licenciatura en Pedagogía infantil y ella opina que hacer clases virtuales, no es lo mejor.
“Definitivamente prefiero la presencial porque hemos probado hacer la clase virtual y ha sido un desastre porque si no le colocamos atención al profesor presencialmente ahora mucho menos a través de un computador”.
Por mi parte, pienso distinto. La verdad no me ha costado las actividades virtuales, ha sido una medida estratégica y en cierta parte cómoda. Sin embargo, si estoy de acuerdo con lo de la distracción, por lo menos yo, estoy tentada todo el tiempo en terminarme la serie “Élite” en Netflix.
Pero bueno, Kleidimar, me comentó que estar en casa le ha ayudado a compartir más tiempo con su mamá y su hermano menor, pero a la vez ha sido una pesadilla tener que convivir tanto tiempo junto a su padrastro.
El señor lleva 4 meses viviendo con ellos, pero Kleidimar siente el ambiente muy maluco, bueno, así dice ella. Así que, por este motivo son los pocos momentos agradables que ha tenido durante estos días de aislamiento.
En la tarde, vi pasar a mis vecinos más cercanos y los detuve un momento para que me contaran qué hacían para quemar el tiempo en estas épocas de aislamiento preventivo.
Doña Marlene me contó que habla mucho con su esposo, los dos son señores ya de la tercera edad y les gusta compartir tiempo juntos, aunque también aprovecha para hacer oficio y limpiar el polvo.
Pero después de unos minutos de estar hablando con Doña Marlene me dijo que ella no se había tomado tan enserio esto del virus hasta que se sintió regañada en su seguro médico.
“Fui al seguro a pedir una cita médica, me dijeron que yo no debía estar en la calle por ser adulta mayor, que tenía que estar resguardada, que eso es enserio y ahí si me dio como miedo”.
También hablé con Luisa Montoya, una amiga que se graduó hace poco como Terapeuta Ocupacional y le pregunté: ¿cómo esta pandemia ha afectado en su profesión que incluso apenas está empezando? A lo que me respondió que la ha afectado mucho porque ella empezó a trabajar a mediados de febrero y comenzó un proceso sobre la autonomía en los infantes, y debido a la suspensión de terapias ellos pueden tener un retroceso en todo el acompañamiento que se inició hace un mes.
Además, también ha podido retomar un hobbit que no había podido hacer por el trajín del día a día cuando era estudiante.
“He vuelto a leer, me gusta bastante porque, siempre me ha gustado tenerlo como hobbit, pero por la universidad siempre estaba como ocupada siempre tenía que leer libros a cerca de mi carrera, entonces retomé. Ahora estoy leyendo las cosas que no nos dijimos de Marc Levy”.
Al final de la tarde fui a la tienda de Don José, para comprar lo de la comida, aproveché y pregunté ¿qué es lo que más lleva la gente en este tiempo de confinamiento? Él respondió que lo que más llevan es carne, pechuga, cerdo, atún, sardinas, y mucha pulpa de fruta en especial la de mora y fresa, o mejor dicho, todo lo que sea rojo para subir defensas.
Y bueno… este fue un paso por la vida de las personas que me rodean frente al coronavirus.
Sobre mi situación familiar, las cosas no cambian, yo vivo sola con mi mamá y ella siempre está en la casa, hace oficio, cocina, riega las plantas, eso sin dejar atrás sus 8 novelas diarias.
No olvidemos las recomendaciones que nos hacen los expertos en la salud frente a esta pandemia. Un lavado de manos recurrente y no salir a la calle de no ser estrictamente necesario, puede prevenir un contagio de este virus que realmente es serio. En Santander ya se registran dos casos de Coronavirus así que si presenta fiebre y dificultad al respirar solicite atención médica a tiempo.
Podcast realizado por Ana Milena Flórez, UnabRadio.