Lo que no tiene nombre

Mi nombre es Brayan Steven Castellanos Rodríguez, soy estudiante de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y actualmente curso segundo semestre. Para la clase de Redacción y Gramática se nos pidió escoger un libro a nuestro gusto para leerlo a lo largo del primer corte. Por esta razón, elegí la novela de la escritora
colombiana, ganadora del premio “Poetas del Mundo Latino de 2012”, Piedad Bonnett, “Lo que no tiene nombre”.

La primera vez que oí de este texto fue hace dos meses en una clase llamada Identidad y Emprendimiento, en la cual la profesora nos dejó un trabajo con base en un fragmento de este libro. Al leer ese corto extracto me llamó la atención el tema del que se habla, ya que yo no solía leer libros relacionados al suicidio, así que desde ese momento decidí comprarlo.

A lo largo de las 130 páginas que tiene el libro “Lo que no tiene nombre” de la editorial Alfaguara, Bonnett cuenta a los lectores la historia de su hijo Daniel, un prometedor artista de veintiocho años, quien decide quitarse la vida al tirarse del apartamento en el que vivía, en la ciudad de Nueva York. Todo esto a causa de un trastorno esquizoafectivo, enfermedad que llevaba liando desde hace ocho años.

Lo que más me gustó del libro es la atmósfera íntima que logra crear la escritora para con los lectores ya que el texto se puede percibir como si Bonnett estuviera contándonos personalmente, de forma cronológica, la lucha constaste entre Daniel y su enfermedad hasta llegar al momento de su muerte. Otro elemento positivo es el uso de la poesía, antes de novelista y dramaturga Piedad Bonnett es poeta, y esto se ve evidenciado en el
libro.

Con fragmentos tomados de poetas como: José Wanatabe, Rafael Cárdenas,
Wislawa Szymborska e inclusive algunas estrofas de la propia escritora, se sensibiliza la historia dando un tono nostálgico. Por otro lado, creo que en ciertos momentos el libro tiende a hacer uso de situaciones ‘cliché’, como por ejemplo: un momento bajo la lluvia para connotar tristeza o descripciones sobre Daniel llegando a sonar en cierto modo maternal, pero personalmente esto no me llegó a molestar.

En mi opinión, el libro “Lo que no tiene nombre” me gustó mucho porque es capaz de concientizar al lector de la importancia de tomar en cuenta las enfermedades mentales y apoyar a personas que padecen de esta condición, además que Bonnett presenta el suicido desde otra perspectiva como “una forma de librarse de lo los demonios que atormentan a la persona”.

En definitiva recomiendo este libro ya que es de fácil lectura y como en mi caso se puede leer en una noche, y lo más importante es que logra generar
una reflexión, a su vez que es entretenido.