Por: Natasha Parra, Juan Camilo Rojas, Naylen Saavedra y Valentina Vargas, estudiantes de Periodismo.
El maltrato animal es un tema muchas veces invisibilizado en Colombia y el mundo. Las personas a diario conviven y presencian casos de agresión hacia estos seres. Este maltrato no se limita a la agresión física, sino que puede adquirir formas diferentes, engloba distintas maneras de violencia animal que a veces se desconocen y por ello se ignora el problema. Estos tipos de actos pueden disfrazarse como algo normal. Generarles angustia, temor o estrés también constituyen actos de maltrato. Acciones como peinarlos, ponerles accesorios, vestirlos con prendas apretadas y hasta perfumarlos resultan en uno de los tipos de violencia animal que más se presentan y que más normalizados están en la sociedad. La humanización de los animales puede convertirse en un obstáculo severo a la hora de que el animal desarrolle las capacidades propias de su especie. Además, un perro que viva como humano tiende a la obesidad, a la agresividad o a la extrema timidez e inseguridad, según Moisés Heiblum, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Para este informe se ha tomado como apoyo a diferentes refugios y rescatistas de animales de Bucaramanga y su área metropolitana, quienes llevan a cabo esta bonita pero ardua tarea.
El concepto de violencia se ha limitado. Se cree que solo lo constituye como tal el golpearlos físicamente. Existen otros tipos de agravios como son el mantenerlos en lugares cerrados donde no puedan sentirse cómodos en función a sus hábitos, el descuidar su salud, alimentación e higiene, hacerlos pasar por cuadros de estrés; como sucede cuando se expone a los animales a los fuegos artificiales, como la pólvora, y ya en los peores casos, el abandonarlos, golpearlos, herirlos o mutilarlos.
Anualmente en Bucaramanga y su área metropolitana, se presentan más de 1800 casos de maltrato animal, según la Policía Ambiental. Al día, se presentan hasta 5 denuncias de abusos hacia los animales. De acuerdo con la más reciente cifra del Gobierno Local, se calcula que cerca de 8.000 mil mascotas se encuentran en estado de abandono en Bucaramanga. Distintos parques y zonas verdes de la capital santandereana se han convertido en el hogar de miles de perros y gatos que han sido abandonados por sus dueños. Por ejemplo, el parque Los Guayacanes ubicado en el barrio Mutis, ahora es más conocido como el ‘Parque de Los Gatos’, debido a la gran cantidad de felinos que han sido abandonados allí por sus dueños. Situaciones muy similares ocurren en un parque ubicado en Provenza, en la calle 108 entre las carreras 21 y 22, e igualmente en un lote que existe sobre la calle 45.
Los animales domésticos también han sufrido consecuencias debido a la crisis económica que atraviesan muchos hogares santandereanos, en donde el dinero escasea desde que el país entró, el 25 de marzo del año pasado en cuarentena obligatoria para evitar la propagación del COVID-19. En consecuencia, muchas personas vieron afectados sus bolsillos, por lo que aquellos que tenían mascotas empezaron a recortar gastos para afrontar la crisis, lo que supuso un incremento en el porcentaje de abandono animal en el área.
Existen personas que de forma independiente se dedican a rescatar animales en estado de vulnerabilidad. Adriana Marcela Corzo, médica veterinaria zootecnista y dueña de su propio refugio para animales, manifiesta que el abandono de los animales se disparó durante la cuarentena, además señala que el miedo al contagio por parte de los animales y la incapacidad de sus dueños por sacarlos a pasear también influyó. “El aumento de animales abandonados durante la pandemia fue una cosa espeluznante. La gente es demasiado ignorante. Primero con el cuento de que el coronavirus era transmisible en los animales, de los animales hacia nosotros los humanos. Sí, en los animales, en los perros existe el coronavirus, pero es un virus totalmente diferente, es otra información genética, otro virus, que se denominó coronavirus por los órganos a los cuales afecta, que es un cuadro gastroentérico con patrón respiratorio. Entonces la gente ignorante ‘Ay nos vamos a contagiar por culpa de los perros’, entonces ahí empezaron. Lo otro es que la gente ya pues no tenía recursos económicos para sus mascotas entonces los dejaban abandonados. Los animalitos que duraban muchísimo tiempo que no los podían pasear empezaron a escaparse, pues claro aumentó muchísimo la cantidad de perritos en las calles”.
En busca de brindar ayuda a los animales que padecen el abandono y se encuentran completamente a su suerte, la Alcaldía de Bucaramanga, con el apoyo de entidades privadas como Alkosto, lanzó el año pasado la campaña ‘Unidos por los que no tienen voz’. En esta, se establecieron al menos 7 dispensadores de alimentos para perros y gatos de calle y 200 kilos de concentrado fueron entregados en octubre en tres hogares de paso, localizados en el barrio El Sol y el corregimiento Tres de la capital santandereana. Más de 100 caninos y felinos se beneficiaron con esta donación. Sin embargo, son muchos los refugios y rescatistas que afirman que las entidades del estado no les han brindado la suficiente ayuda.
Adriana Corzo indica que es poco y nada lo que las entidades del estado les han ayudado. “Las ayudas del gobierno jamás han existido. Durante la pandemia la Gobernación de Santander se apiadó de los refugios y es la única vez que dieron un concentrado. Pero daban como 2 bultos de gato, 1 de perro y así y eso como una vez al mes y eso fue 2 veces, no más, de resto ninguna entidad del estado colabora con absolutamente nada. Eso es una mentira. la ley está, pero nunca se hace valer porque siempre los recursos se los roban”.
Viviana Amado Grimaldos, rescatista animal, apunta que nunca ha recibido ayudas del gobierno debido a que trabaja como rescatista independiente y no hace parte de fundaciones. “Nosotros nunca hemos recibido ningún tipo de ayuda del gobierno. Creo que muy pocas entidades o personas reciben ayuda del gobierno en cuanto este tema. Y las personas que las reciben hacen parte de fundaciones, nosotros somos rescatistas animales independientes. No tenemos nada formalizado digamos que legalmente formalizado, ellos no se encargan de colaborar en absolutamente nada. Lo único que hemos podido digamos que aprovechar son las jornadas que hacen de esterilización, que organizan las alcaldías. Infortunadamente las hacen una vez al año, el año pasado no hubo, mandamos documentos a la alcaldía para solicitar que se reactivaran porque son completamente importantes, pero no tuvimos respuesta absolutamente de ellos, entonces nos toca pues con lo que sale de nuestro bolsillo y lo que nos ayudan nuestros donantes”.
Muchos de estos rescatistas de animales se ven desbordados ante la cantidad de animales abandonados que les llegan de manos de, según sus palabras, falsos animalistas que simplemente los dejan tirados en los refugios una vez se han tomado la foto para sus redes sociales. El tipo de maltrato animal más común suele ser el abandono, según Adriana Marcela Corzo, dueña de su propio refugio doméstico, en zonas vulnerables como la zona norte de Bucaramanga es donde más se ven casos de maltrato físico severo y abandono. Ante esta problemática la esterilización y la adopción, que le da una nueva oportunidad de vida a las mascotas abandonadas, son las medidas más convenientes para solucionar el problema. La adopción es una alternativa que a la hora de adquirir un animal de compañía beneficia a todas las partes: a la familia, a las entidades de protección animal y, por supuesto, al propio perro o gato.
No obstante, para adoptar a un animal, la persona tiene que cumplir con ciertos requisitos que brinden una garantía de que el animal tendrá una vida digna, saludable y plena. Juan Carlos Pérez, creador de la Fundación sin ánimo de lucro, Animales en Adopción Bucaramanga, habla sobre los requisitos que se les piden a las personas a la hora de adoptar, estos son entrevistados y se comprometen mediante un documento a cumplir todos los requisitos. “Se le realiza un proceso de adopción a la familia, se le pregunta si han tenido animales, que experiencia han tenido con animales, cuánto les han durado los animales, en qué sector están ubicados, se le pregunta qué piensa sobre el tema de la esterilización, si saben qué es la tenencia vitalicia, si conocen la importancia de que los animales no se reproduzcan, si, esos son los parámetros, las cosas que se tienen en cuenta con las familias interesadas en adoptar. Manejamos también un documento basado en la ley de protección animal donde se les especifica, se les dan detalles del tema de los requisitos de la adopción como tal, pero son cosas básicas, que la familia se comprometa de corazón con los animales, adoptarlos para toda la vida, que los tengan en buenas condiciones, que les brinden calidad de vida”
Sin embargo, a pesar de que el proceso de adopción, suele ser un proceso largo, con muchos requisitos, son muchos los animales adoptados que terminan siendo abandonados por sus dueños. La Fundación Animales en Adopción Bucaramanga, al inicio se encargaba de estos procesos de adopción, actualmente se encuentran enfocados especialmente en la esterilización masiva de los animalitos, pues entre menos animales se reproduzcan, menos de estos sufrirán. Juan Carlos Pérez, creador de la Fundación Animales en Adopción Bucaramanga, menciona que tomaron esta decisión porque la adopción se estaba convirtiendo en un “círculo vicioso”, las familias adoptantes terminaban abandonando a sus mascotas porque ya tenían una avanzada edad, o padecían problemas de salud y adoptaban o compraban otro animalito más pequeño. “Porque lastimosamente el tema de los rescates se está viendo ahorita como un círculo vicioso, le explico, la gente que no quiere tener estos animales, saben que hay personas que rescatan, entonces los botan a la calle y que la gente los rescate y vuelven y recogen un animal pequeño, o sea abandonan al viejito y compran o adoptan un animalito joven, entonces eso se convierte en un círculo vicioso. Yo me enfoqué mejor en el tema de la esterilización, en esterilizar a los animales y tratar el problema de raíz, el problema está es ahí en que no sigan naciendo más animales para que menos animales sufran”.
Aunque cada vez son más las personas que se concientizan sobre la importancia de adoptar un animal, aún hay muchas que compran perros en criaderos o tiendas de «mascotas» o reproducen a sus propios perros. Ahora bien, detrás de esta práctica hay una cruel realidad. Al convertirse en un negocio, por lo general los criaderos son lugares donde las hembras son explotadas y obligadas a embarazarse para satisfacer la demanda. Todo ello constituye casos graves de maltrato animal.
Viviana Amados Grimaldos advierte que el caso más fuerte de maltrato animal del que ha sido testigo ha sido a raíz de la sobreexplotación del vientre de una perra con fines de vender sus crías. Dicho caso tuvo lugar hace 3 años. Llegó una perrita a su casa buscando comida, y mientras comía se dieron cuenta de que tenía un tumor en su vagina que le arrastraba hasta el piso. A parte de eso estaba completamente en los huesos. En el momento en que la vieron les impactó mucho, y decidieron rescatarla. Cuando ya la tenían consigo vieron que ese tumor que ella tenía era impresionante, nunca habían visto algo como lo que ella tenía, olía terriblemente feo, olía como a carne podrida, cada huesito se le sentía, tenía llagas en la boca, estaba realmente destruida. En principio se pensó que se trataba de un caso de abuso al ver que su vagina se había salido, inmediatamente llevaron al animal a la veterinaria y le hicieron exámenes. La perrita tenía ictericia, que consiste en el incremento de la bilirrubina que hace que la piel y los ojos se vuelvan amarillos, lo que indica que el hígado no funciona bien. Además, estaba anémica, tenía deshidratación, desnutrición y un tumor de sticker, que es un tipo de cáncer, una enfermedad de transmisión sexual que se desarrolla en el área genital de los perros, tanto machos como hembras. “Con ella duramos en tratamiento más o menos 6 meses, le tuvieron que hacer 6 quimioterapias, tuvo que quedarse en la veterinaria un mes. Después la esterilizamos, cuando la esterilizamos ella nos convulsionó, ella se broncoaspiró en la esterilización, casi no soporta la esterilización. Finalmente, cuando la recuperamos descubrimos que ella era una perrita enrazada con pitbull, pequeña, de talla pequeñita, entonces pues la tenían para eso, precisamente para sacarle crías, le sacaron crías hasta que el animalito se enfermó, hasta que le salió el tumor y en el momento en el que le salió el tumor se deshicieron de ella, la dejaron en la calle. Ella se llama Tábata, lleva con nosotros 3 años, después de que la recuperamos no la quisimos dar en adopción. Es el caso más difícil que hemos tenido, pero afortunadamente al día de hoy de esa Tábata no queda ni el recuerdo”.
Es importante conocer todas las prácticas que constituyen maltrato animal para denunciar a las autoridades competentes. Esto es posible a través de la Línea 123 y el Escuadrón Anticrueldad del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal asistirá el caso.
Son muchos los rescatistas y dueños de refugios para animales en Bucaramanga que se manifiestan en contra de la compra de animales, ya que contribuye a objetivar a los animales como objetos a partir de los cuales se puede sacar un beneficio económico sin tener en cuenta su bienestar y salud. Viviana Amados Grimaldo, rescatista animal, afirma que las condiciones en las que tienen a estos animales en casi todas las oportunidades son condiciones deplorables y nefastas. A las hembras las mantienen encerradas y las sacan únicamente para que los machos las monten, separan a las perritas de sus crías a muy temprana edad, no las vacunan, no las alimentan como es debido, por lo que casi todas las crías desarrollan enfermedades, ya que las destetan demasiado pronto, desde cualquier punto de vista es definitivamente maltrato animal. “Y qué pasa, que las personas que compran van a querer recuperar el dinero que invirtieron, entonces lo que hacen es comprar al animalito para empezar también a sacarles crías, entonces es un ciclo sin fin que se repite y como no hay control de parte de nadie pues infortunadamente los únicos que pierden como siempre en este tipo de situaciones son los animales”.
En los últimos años se han dado pasos desde la reglamentación legal para proteger a los animales. La principal ley de auxilio para estas criaturas, sobre el papel, ha sido la ley 1774, promulgada el 6 de enero de 2016 que dicta que: “Los animales son seres que sienten, no son cosas y recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los humanos”. Por tanto, los actos dañinos y de crueldad contra los animales que no causen la muerte o lesiones que afecten de manera grave su salud o integridad física serán sancionados con multas de 5 a 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Emmanuel Ariza, policía bumangués, explica las sanciones que una persona relacionada con los animales, como veterinarios, zootecnista, entre otros, que incurran en maltrato animal. “Según el artículo 339a del código penal, aquellas personas que trabajen de pronto como veterinarias, o que ofrezcan algún servicio de protección animal, que incurran en maltrato animal, o tráfico de los mismos, podrá ser inhabilitado entre 1 a 3 años, para su profesión, o sea no podrán trabajar en ello, incluso si es más grave, como lo dice el mismo código, pueden pagar entre 12 y 36 meses de prisión, y por último podrían pagar entre 5 salarios mínimos a llegar hasta 60 salarios mínimos legales vigentes en Colombia”.
Para solucionar el problema es necesario promover la tenencia responsable y la esterilización, pues son las medidas más efectivas para reducir la fauna callejera y la sobrepoblación de manera compasiva.
En Bucaramanga, específicamente, se han creado distintos medios para disminuir el abandono y maltrato animal. El año pasado, en octubre, se creó por primera vez en la ciudad una patrulla animal que se encarga de atender especialmente estos casos. La patrulla animal fue posible debido a una donación que hizo la alcaldía de Bucaramanga y es operada por la Policía Ambiental de Santander.
En este año, en marzo, se creó por primera vez en la capital santandereana, el Comité Interinstitucional de Protección y Bienestar Animal. Este comité fue liderado por el Alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas Rey, y está conformado por la Alcaldía de Bucaramanga, la Personería Municipal, la Fiscalía, la Policía Nacional, el CDMB, dos rectores de universidades de la región, con carreras afines a biología, medicina veterinaria e ingeniería ambiental y dos representantes de organizaciones sociales animalistas legalmente constituidas, quienes fueron escogidos mediante convocatoria pública. Este comité tiene como objetivo articular el trabajo de la administración, la fuerza pública, y la sociedad civil para trabajar por los derechos de los animales.
Dentro de las acciones que ha venido realizando este comité, se encuentran las vacunaciones gratuitas de perros y gatos, la esterilización a hembras y castración a machos, la desparasitación, aseo a los animales, alimento, entre otros.
Un estudio realizado por la Universidad de La Salle en 2019 reveló que en Colombia podrían existir más de un millón de animales callejeros. La población de caninos y felinos no para de aumentar, ni siquiera por la pandemia de la covid-19. Así como lo muestra el estudio del Instituto de Protección y Bienestar Animal, en cinco años, una gata y su descendencia pueden tener cerca de 11.801 crías y en el mismo período, una perra y su descendencia pueden tener 7.776 cachorros.
Cada vez son más los animales abandonados y los refugios y personas que rescatan a estos animalitos no han podido dar abasto con ellos, incluso, muchos refugios han tenido que cerrar, como es el caso del refugio de Adriana Amado Grimaldos, pues la responsabilidad, tanto económica, como el trabajo físico, es muy grande. La alimentación, el aseo de ellos, los medicamentos para los animalitos con avanzada edad, su mantenimiento en general y la ayuda por parte del estado, con estos refugios y personas independientes, es muy poca, o a veces nula y por ello no han tenido otra opción que cerrar.
Aunque son varios los proyectos que se han implementado para acabar con el maltrato y abandono de los animales. Hay mucho aún por trabajar. Falta mucha concientización en las personas, que sepan la importancia de adoptar a los animalitos, en vez de comprarlos, porque indirectamente al hacerlo están apoyando a este mercado que llega a ser muy cruel con los que no tienen voz, y aquí es donde radica el mayor problema, tantos animales en la calle, sin unas condiciones dignas de vida. Falta conciencia en las personas sobre el respeto que debemos tenerle a estos animales porque son seres vivos como nosotros que sienten. Es importante que se deje de ver al animal o mascota como una cosa, fomentando el amor hacia ellos desde nuestros hogares.