Realizado por: Camila Tapias, estudiante de Periodismo.
En los últimos años, la ciudad ha sido testigo del renacer de un deporte que goza de una carga simbólica singular. El patinaje agresivo que en el pasado nació como una sintomatología social de juventudes inconformes y como una vertiente dentro del patinaje urbano. Es hoy, en Bucaramanga, un deporte alternativo abierto a todo público, donde cualquier baranda, escalera o calle es ideal para practicar.
En Bucaramanga el patinaje agresivo se ha ido profesionalizando en comunidades de patinadores como Rock and Rollers o Roller Life Bucaramanga que se reúnen en calles o en spots para practicar todo tipo de acrobacias.
La ciudad cuenta con dos skateparks, el primero ubicado debajo del puente El Viaducto frente al barrio San Martin y el segundo está ubicado en la sede deportiva de la Universidad Industrial de Santander. En ellos suelen estar Iván Moreno y Jhon Chacón, dos patinadores extremos quienes actualmente ejercen como entrenadores de patinaje urbano y agresivo.
En esta ocasión Iván Darío Moreno Maldonado, que es patinador de esta modalidad hace 18 años y desde hace 8 años se dedica a enseñar en la Fundación Viviendo Sobre Ruedas, platica sobre algunas referencias de patines adecuados para la práctica sana de este deporte.
“Recomiendo la marca de patines Razor, USD y la marca de patines Roses. Los patines que acabo de nombrar son patines especiales, resistentes para diferentes saltos, golpes. Son patines, a diferencia de los patines urbanos y los patines tradicionales, los patines profesionales de pista, estos patines son fabricados en pasta. Encontramos que cada patín tiene dos ruedas, una adelante y una atrás, y en la mitad contamos con chasís y con un frame completamente de pasta con un espacio considerable para poderse deslizar por encima de barandas, cajones, bordes. Entonces, el patín que yo recomiendo es un patín con llantas 61 milímetros”.
El patinaje agresivo, es como el hermano rebelde o la oveja negra de la familia. Cada movimiento o herramienta es particular y fuera de cualquier parámetro. Es un deporte que según Jhon Chacón, quien lleva en la escena del patinaje agresivo cerca de 8 años y al igual que Iván se dedica a entrenar a otras personas, asegura que el patinaje agresivo carece de reglas y da rienda suelta a la creatividad y expresión del cuerpo. Sin embargo, cuando de competiciones se habla la situación cambia.
“Reglas como tal en el deporte no existen, hablemos de freestyle, estamos hablando de que se trata de expresarte con tu cuerpo, se trata de moverte en el skatepark haciendo todo lo que puedas, todo lo que hayas aprendido, pero, pues, también digamos de que si hablamos de una regla, puede ser en competición y es el tiempo que tienes que durar en pista para que te califiquen. Hablamos de un minuto con una posibilidad de un último truco”.
El patinaje agresivo, así como muchos otros deportes debe ser practicado con precaución y en lo seguro con una persona que conozca del deporte y que pueda servir de acompañamiento ya sea en las prácticas o en las salidas en las calles. Se recomienda hacer usos de protecciones como cascos, rodilleras, coderas, guantes y un botiquín en caso del golpes, raspones o caídas.