Realizado por: Paula Pedroza, estudiante de Comunicación Social.
Aunque gran cantidad de los entrevistados se inclinan por lo religioso sus acciones en Semana Santa no representan sus ideales.
Otra de las respuestas predominantes es que se han perdido las costumbres, pero ¿no serán esas las principales razones de esta pérdida? Pocas son las personas declaradas religiosas que realmente dedica su Semana Santa a la práctica religiosa prefiriendo dormir, descansar, viajar; sin embargo, pocas veces mencionan los entrevistados ejercer este tiempo como parte de su decisión.
La estudiante de derecho Laura Liliana Martínez es próxima a la religión por causa de su familia. Hacen uso de esta semana religiosa para descansar, hace parte de algunas actividades inclinadas en acompañar a su familia en la religión, pero tiene planes de dormir y relajarse en esta semana:
“Para mí y para mi familia hay días en los que simplemente lo aprovechamos, no para rezar, sino para compartir en familia, dado que todos trabajan o estudiamos, entonces aprovechamos para estar juntos”
Cree que se ha disminuido la cantidad de devotos, pero que quienes lo practican, lo mantienen con su fuerza y espiritualidad. Es posible, ver con Laura, que, aunque sí existen algunas personas que practican la religión, no son prioridad como parte de este tiempo; reflexionan, pero es más llamativo aún para las familias creyentes pasar el tiempo entre ellos e incluso viajar.
Otra estudiante, esta vez de Negocios Internacionales, Lina Corredor, es creyente fervorosa y se toma con seriedad la Semana Santa, aunque también viajará. Desde su perspectiva, creciendo en un lugar muy religioso, a pesar de las transformaciones, esa tradición se mantiene:
“Para las personas que se lo toman en serio, sí sería como algo más religioso, pero hay otras personas; yo creo que como más la mayoría de los jóvenes, sí lo toman como un tiempo de descanso”.
De 30 entrevistados, 15 mencionaron su tendencia creyente; sin embargo, sólo seis planean dedicar parte de este tiempo accionando dentro de la vida espiritual.