El poder militar se ha transformado. En varios países de la región, su protagonismo no hace más que crecer, así las formas sean distintas a las de los tiempos de las dictaduras.
En los últimos años, en algunos gobiernos de América Latina existe la tendencia de aumentar el poder económico y social de los militares, al atribuirles funciones distintas a la defensa. En Cuba y Venezuela manejan los sectores más importantes de la economía. En Brasil, militares activos y retirados han liderado ministerios. En El Salvador la ampliación de las funciones de las fuerzas armadas contradice lo establecido en las leyes de ese Estado.
Aunque el empoderamiento militar hoy es distinto al que había durante las dictaduras castrenses del siglo XX y no hay amenaza de golpes de Estado, no significa necesariamente una buena noticia para la democracia ni para el funcionamiento estatal. Ciertamente las fuerzas armadas cuentan con la estructura y logística para atender problemáticas que rebasan a muchos gobiernos latinoamericanos, pero la expansión de las funciones no siempre se justifica ni mucho menos es conveniente.
¿El protagonismo militar en otros sectores podría debilitar el funcionamiento estatal?
Te lo contamos en este capítulo del pódcast #TenemosQueHablar