Un día más

Así se oye la calle 38A de Cabecera del llano en Bucaramanga, sector en el que me encuentro bajo un confinamiento voluntario junto a algunos familiares. Después de cuatro días de estar en la casa resulta increíble reconocer la situación por la que estamos pasando, cómo hace tan solo unas semanas se llevaba una vida normal y se veía muy lejos la llegada del coronavirus al país, pero ahora la realidad es otra.

En la familia han estado un poco preocupados porque cada día se confirman más y más casos de infectados, y para ellos las medidas no son suficientes, mis abuelos son personas mayores de 70 años, hacen parte del sector de la población más vulnerable al contagio y al desarrollo del virus, para proteger a las personas de la tercera edad, se ha adoptado una medida de toque de queda para ellos en todo Colombia.  Doña Rosa Peña es la integrante de la familia más protegida, pero también la más consciente sobre el cuidado y el acato a las órdenes de las autoridades.

“Con el toque de queda me siento pues tranquila, acataremos las órdenes de las autoridades porque es para nuestro bien personal. Con el virus lógicamente nos sentimos vulnerables, y ante ello, tenemos que ser responsables de acatar todas las instrucciones porque solo es para nuestro bien y para nuestra salud”.

Para el integrante más joven de la familia, Daniel Ramírez, un adolescente de 15 años, estudiante de bachillerato en el colegio Comfenalco, la falta de actividades, la monotonía y el no poder ver a sus amigos son el mayor problema de este aislamiento, aún más cuando en un comunicado de su colegio se decretan unas vacaciones anticipadas entre marzo y abril, lo que para el significa pocas esperanzas de retomar su vida y  un segundo semestre largo y tedioso hasta diciembre.

En el colegio, el domingo dijeron que el lunes 16 no habría clase, y el lunes 16 dijeron que a partir del jueves 19 empezarían las clases online hasta el 31 de Marzo y del 31 de marzo hasta el  20 de abril tendríamos vacaciones. Si me aburro en la casa porque no tengo muchas cosas para hacer, todo lo que hago es prácticamente lo mismo, no puedo verme con mis amigos, ni nada, ni salir, ni jugar ni eso.

Entre las personas que convivimos en la casa también están quienes solían trabajar rutinariamente, ir a la oficina, cumplir con viajes de trabajo y hacer trabajo de campo pero que por la situación que se vive en la ciudad han tenido que acudir al llamado “Teletrabajo”. Martha Angarita ingeniera forestal, consultora de algunas empresas en la región y Félix Angarita negociante independiente,  cuentan cómo ha cambiado su vida laboral y que precauciones toman frente al coronavirus luego de salir por obligación y volver a casa.

Estoy trabajando desde la casa, en lo que normalmente hago pues la consultoría y la situación por el coronavirus si ha afectado una rutina de viajes que yo tenía fuera de Bucaramanga porque tuve que cancelar varios viajes, entonces pues ahí continuamos con el teletrabajo, haciendo lo normal, y pues oficio en la casa, colaborando con lo que más se puede. Como precauciones pues tenemos un lugar a la entrada de la casa donde colocamos alcohol, colocamos gel,  y tan pronto llegamos pues nos lavamos las manos, nos frotamos alcohol, nos frotamos gel, tratamos de salir de la casa lo menos posible, la verdad, por asuntos que son de mucha importancia y que requiere que realmente nos desplacemos.

En mis labores, las he manejado por medio tecnológicos como correo electrónico y video llamadas, y frente al coronavirus he tomado las precauciones correspondientes, por ejemplo al llegar a casa no tocar nada hasta tener las manos  lavadas, dejar el bolso, las llaves y demás elementos en un lugar apartado y también desinfectar gafas, teléfono celular, computador, antes de tomarlos nuevamente para su uso.

Por ahora el aislamiento en la casa es tolerable, se dan conversaciones largas y debates sobre la situación, nos entretenemos con Netflix, juegos de meza, cocinando en familia y tocando algo de música, mientras trabajamos, mantenemos aseada la casa, estudiamos y esperamos a que la situación mejore, el poco ruido en el ambiente de la urbe nos permite llevar una vida tranquila con la esperanza de que el problema tenga una pronta solución.

Según el ministerio de salud la mejor forma que La medida más efectiva para prevenir el COVID-19 es lavarse las manos correctamente, con agua y jabón. Hacerlo frecuentemente reduce hasta en 50% el riesgo de contraer coronavirus. De igual manera, se recomiendan otras medidas preventivas cotidianas para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades respiratorias, como:

  • Evita el contacto cercano con personas enfermas
  • Al estornudar, cúbrete con la parte interna del codo
  • Si tienes síntomas de resfriado, quédate en casa y usa tapabocas
  • Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente
  • Ventila tu casa

Podcast realizado por Julián Angarita, Unab Radio.