Viaje en el tiempo

La manera como los niños y jóvenes se divertían en el pasado, se ha transformado con los avances tecnológicos. El internet, los teléfonos inteligentes y las nuevas tendencias en comunicación, eliminaron las fronteras y crearon nuevos métodos de socialización y entretenimiento.

Hace medio siglo, las costumbres de las personas, sus rutinas y pasatiempos, eran completamente diferentes a las de hoy. Si bien las familias eran numerosas y sus relaciones eran más sólidas, la tecnología era un privilegio que no todos podían tener, aunque algunos sí contaban con suerte.

Ese es el caso de Julio César Martínez, profesor santandereano de 54 años, quien recuerda su infancia como un momento de exploración y aventura.

“Pues yo soy el segundo de una familia de cinco personas. En nuestra infancia no teníamos muchos beneficios, vivíamos en una pequeña casa, mi papá era radiotécnico, y mi mamá era una secretaria, y pues parte de las cosas que yo aprendí, las aprendí junto a mi padre, al ayudarle a reparar cosas, de ahí mi creatividad para inventar objetos hoy en día”.

Pero trabajar con su papá, no sólo despertó en Julio ese interés por crear y arreglar cosas.

También, hizo que, de niño, le llamara la atención la ciencia y la investigación. A él le gustaba experimentar con sustancias como perfumes y límpido; y recuerda que desde que hizo un pedo químico, sus amigos le asignaron un apodo.

“En nuestra infancia había muchas cosas para hacer, yo exploraba haciendo mezclas con diferentes cosas que encontraba en la casa. De ahí surgió un apodo y me llamaron ‘el científico loco’”.

Sus padres eran un poco exigentes, por lo que quedarse en la calle hasta muy tarde no era una opción para Julio. Si bien la hora de entrarse a casa era a las 7:00 de la noche, ningún niño quería dejar de jugar y pasar tiempo con sus amigos.

“Contrariamente a hoy, en nuestra infancia teníamos la posibilidad de jugar en las calles y con nuestros amigos inventábamos diferentes cosas, como el yerbis, venados y cazadores, la lleva, las escondidas, y esa era una forma muy interesante de pasar el tiempo juntos”.

El entretenimiento y la manera de comunicarse con otros, son aspectos que han cambiado con el paso de los años. Si bien Julio antes no tenía un celular, sí tenía un teléfono de disco.

El utilizaba este medio para llamar a sus familiares que estaban en la ciudad. ¿Pero cómo hacía para comunicarse con sus familiares a nivel nacional?

“A veces para hacer una llamada teníamos que ir a Telecom, pedir un turno, esperar a que alguien nos marcara, decir el nombre de la ciudad y esperar a que nos pasara la llamada. Incluso teníamos que escribir telegramas, en los que teníamos que planear palabra por palabra porque cada palabra tenía un precio”.

El proceso para conquistar a una mujer, también dista mucho de lo que se hace en la actualidad. Para ese entonces, no existían redes sociales, ni mensajes de textos, sólo eran cartas románticas y credenciales.

“Teníamos que a veces escribir cartas románticas, untarlas un poco de perfume o ir y comprar los que tenía más acceso a dinero ir a comprar una credencial, comprar un peluche, una chocolatina y enviarlas para poco a poco ir seduciendo el corazón de la otra persona”.

Para adquirir las credenciales Julio debía por lo menos tener mil pesos. Por eso durante el apagón del 92, aprovechó el aumento de daños en televisores y electrodomésticos para ahorrar un poco. Julio afirma que además de ganar sus primeros pesos, también tuvo la oportunidad de escuchar radio y ver televisión por primera vez, gracias a los arreglos de su padre.

“Estar en contacto con programas de televisión, porque mi papa arreglaba televisores en esa época, me hizo enamorarme un poco de esas trasmisiones, pero fundamentalmente recuerdo uno de los viajes a la finca García Rovira, donde un tío se entusiasmaba mucho a la luz de una vela, escuchando radionovelas como Arandú y Caliman”.

Al principio la televisión era a blanco y negro, luego pasó al color, pero sólo existían 2 canales: Canal Uno   y Canal A. Si bien este medio servía para comunicar datos educativos y culturales, aún tenía mayor auge la radio por su rapidez al momento de difundir noticias.

“Uno de los recuerdos más claros y vividos que tengo en este momento, es la primera vez que yo vi en un televisor a color Naturalia, trasmitido por Doña Gloria Valencia de Castaño, y también recuerdo que no todo el mundo tenía acceso a televisores, pero si a radios y por eso depronto la gran mayoría prefería tener un radio, porque lo podían llevar a todas partes” .

Mezcla de sensaciones es lo que sienten las personas al ver como la tecnología evoluciona constantemente. Si bien trae muchas ventajas para la sociedad, mayor conexión y mejor comunicación, también modifica las formas tradicionales de entretenimiento.

“Los avances en la tecnología hoy en día han mejorado el acceso a la información y a la comunicación. Pero este acceso a la comunicación ha generado contrariamente efectos sociales de aislamiento sobre todo en los jóvenes”

Ahora con el aislamiento por el Covid- 19, la gente ha cambiado sus rutinas, y han usado los medios para conocer más sobre este virus. La tecnología que antes era un privilegio, ahora es de fácil acceso.

“Durante esta cuarentena al igual que en las décadas pasadas, debemos aprovechar el tiempo para pasarlo en familia, crecer como grupo. Por otro lado, la tecnología, la podemos utilizar para formarnos un poco más, educarnos y para comunicarnos con nuestros seres queridos”

Disfrutar el tiempo en familia, fortalecer la creatividad y desarrollar talentos son algunas de las cosas que se pueden hacer en casa. La clave esta en no depender únicamente de la tecnología si no también realizar actividades más dinámicas, que nos relacione con personas y nos mantenga entretenidos.

Producto realizado por María Alejandra Martínez, Unab Radio.