Dejando el alma detrás las barras

Por Juliana Flórez Duque
jflorez873@unab.edu.co
Estudiante de Ingeniería Industrial

Detrás de deleitar un cóctel en Bucaramanga podrás encontrar a un especialista en el arte de presentar una bebida para nuestro paladar que en eventos o celebraciones especiales nos puede fascinar.

“Mi historia para llegar a las barras es compleja, soy chef iniciado de Colombia College, justamente la bartender que me dio una masterclass me lanzó a este mundo donde conecté con Five points y Grupo Bartending”, menciona Daniel Ricardo Delgado. /FOTO JULIANA FLÓREZ D.

Muchos de nosotros somos amantes de probar distintas bebidas alcohólicas en ocasiones para pasar un momento agradable pero no todo se remonta al consumo de siempre la misma bebida o aquella más conocida como la cerveza, pues existe una mezcla de ingredientes acompañada de licor que surge de muchos años atrás, en tiempos antiguos por Europa, las sociedades griegas, las sociedades asiáticas donde el expendio de bebidas se daba sobre todo en bares, pubs, lugares de encuentro, donde las personas se daban cuenta que en los tiempos fríos se expendía bebidas calientes y en los tiempo con calor o con altas temperaturas muchas bebidas frías, lo que llevó al inicio de los servicios, de la barra, los bares o en sí de lo que era el despacho de bebidas como menciona el bartender Brayan Nicolás Rojas Torres.

Pensaremos que dedicarse al servicio de expender cócteles cualquiera lo hace, pero no es tan sencillo pues detrás de presentar un producto, de mezclar cantidades exactas de ingredientes y licores, está el estudiar o dedicarse a ser un profesional para recibir el título de bartender. La profesión, según Rojas Torres, un maestro dedicado a la enseñanza y prestar el servicio de preparación de cócteles, quien lleva cinco años desarrollando su profesión, es primero un pasatiempo que aparte de estudiar una carrera profesional como abogado, se convirtió en un gusto por quedarse por el amor que conllevaba esta profesión, por ese gusto por las barras y es ese mezclar la atención al cliente, el administrar una barra y crear sensaciones a los clientes a través del arte de preparar una bebida amarga, dulce para generar otra perspectiva del probar una bebida alcohólica.

Entrando en más profundidad sobre este arte es diseñar un producto a través de la mixología, de esa mezcla de aromas, colores, texturas y sabores, donde el practicar esta profesión necesita del tener gusto por lo que hace, básicamente no sentirse obligado a trabajar sino disfrutar de lo que haces o de lo que aprendes.

Los límites de volverse profesional en esta área, los pone la persona que aprende, cada quien toma su nivel de dificultad, claramente algunos de los colegas bartenders pueden ser más experimentados unos que otros, pero en general todos van encaminados al mismo nivel por más obstáculos o tabúes que existen en nuestra sociedad, como Daniel Ricardo Delgado, un joven de 20 años, bartender y a su vez especialista en  flair bartender que lleva un año desarrollando esta profesión, lo afirma y considera que esto se refleja a gran medida en nuestra sociedad. Según él, tabúes como “no está bien trabajar en un bar”, “ incitar al consumo del alcohol es malo”, “vas a terminar como lavaplatos o un sirve tragos”.

El bartender es una de las profesiones más infravaloradas que pueden llevar lejos a las personas por más que no se perciba de este modo, así como menciona el bartender Darwin Franck Durán Herrera, quien fue motivado a desarrollar esta profesión por el valor que ofrecen en  otros países y que lastimosamente en Colombia se considera tan infravalorado y que por más capacitarse o engancharse a una empresa conocida, por más amor que se sienta por esta profesión, puede llegar a ser complicado. “Por otro lado, también se debe sacar las jugadas, ofrecer un show magnífico para entretener a los clientes por más complejo que sea e invertir en uno mismo para cada vez mejorar profesionalmente”, menciona Daniel Ricardo Delgado. Como dicen la curiosidad mató al gato y así es como a aquellos, que el no gustarles el probar tragos o la cerveza, ya sea por ver a un barman preparar un cóctel, empezar conociendo el ambiente de ser meseros de tragos, estudiar gastronomía e interesarse por la coctelería, terminan especializándose en un instituto de coctelería como puede ser el Instituto Cóctel Bga, al que todos aquellos que fueron nombrados en esta pieza escrita asistieron para formarse, aprender a mezclar aromas, colores, texturas y sabores para brindar felicidad independientemente se sirvan cócteles con o sin alcohol, realmente por el generar sonrisas, disposición al cliente, una conversación, un buen ambiente y un buen lugar que es una sumatoria de cosas buenas para una persona de acabar un día de una mala forma con una sonrisa de un bartender, especialista en dejar el alma detrás de las barras.