Realizado por: Mariana Parra, estudiante de periodismo.
Laura lleva 10 años trabajando en el mantenimiento de ascensores.
Hoy conmemoramos la existencia de la mujer y su lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
Laura Aguilar, una mujer que dejó a un lado los prototipos laborales, cuenta cómo ha sido trabajar en el mantenimiento de ascensores y afrontar los retos de una labor comúnmente realizada por hombres.
Unab Radio: Laura cuéntanos ¿cómo fue que llegaste a conocer sobre el trabajo en mantenimiento de ascensores y llegar a realizar esta actividad?
Laura: Yo llegué a trabajar en eso de las alturas de los ascensores por mi esposo, pues cuando terminé el colegio, estuve trabajando en otras cosas como vendiendo ropa, de mesera, de asesora comercial. Pero el que hoy es mi esposo, me preguntó si me interesaba, porque él estaba abriendo la compañía de mantenimiento de ascensores y necesitaba mínimo 3 personas de confianza. Y ahí me apunté para aprender y pues ya llevo 10 años en esto.
Unab Radio: Bueno, tienes bastante experiencia en este trabajo. Cuéntanos ¿qué es lo que más disfrutas hacer mientras realizas los mantenimientos?
Laura: Bueno, lo que más me gusta es que tengo en juego la seguridad de la gente. Muchas veces las personas olvidan la importancia de estos aparatos, y de una u otra forma nos facilitan la vida. Además, uno tiene que ir piso por piso cuadrando y haciéndole el mantenimiento. Eso me causa adrenalina, desde un piso 35 se siente un vacío chevere.
Unab Radio: Laura, y tu familia ¿qué opina sobre este trabajo que ya llevas 10 años realizando?
Laura: Pues a mi familia la verdad, como mi esposo también está involucrado, le parece chévere que podamos estar trabajando. Ahorita estamos trabajando con sólo unidades residenciales que solo necesitan dos trabajadores y es una jornada sencilla, entonces estamos los dos apoyándonos y haciendo un buen trabajo ahí.
Unab Radio: Como toda labor que no es típicamente realizada por mujeres, siempre hay unos prejuicios. En tu caso, ¿cuáles fueron esos prejuicios a los que te tuviste que someter cuando empezaste esta labor?
Laura: Al principio fue raro, porque como solo habían contratado a hombres, uno se siente así como incómodo, como que siente que no pertenece a lo que está haciendo. Además que cuando iba a los lugares donde tenía que hacer mantenimiento, me preguntaban si yo era la jefe o que iba a ir a hacer allá. Era incómodo, pero ya con el tiempo uno lo van conociendo.
Unab Radio: Laura y, ¿hubo algún motivo de fuerza mayor por el cual tuviste que realizar esta labor?
Laura: Bueno uno siempre que trabaja uno lo que menos espera es no sentirse mal y disfrutar lo que hace. Esto es un trabajo que es muy poco común, no es como que uno vaya al colegio diciendo que quiere arreglar ascensores de grande y ya. Uno hace esto por gusto, por empeño, porque sabe que tiene uno que salir adelante de alguna forma. Aparte pues es una empresa familiar, es algo que uno va construyendo y dejando como legado. Gracias a Dios, siempre tuve ese espíritu para los trabajos. Y no voy a decir mentiras, en mis anteriores trabajos me sentí cómoda y fue una toma de experiencia. Pero gracias a Dios no tuve la necesidad de llegar a trabajar en esto porque me tocó y ya.
Unab Radio: Cuando dices que de niñas, no todas pensamos en trabajos u oficios como el tu que realizas, porque ya existen de por sí y están configuradas esas profesiones ideales para las mujeres y de igual forma con los hombres. Tu eres el ejemplo claro, que no importa el género, el trabajo se puede realizar por cualquier persona. Pero, ¿existe alguna diferencia entre mujeres y hombres? ¿Crees que existe una característica clave que cree estos prejuicios diferenciales?
Laura: Esas brechas que se han generado, son totalmente invisibles. Antes se decía que no que éste trabajo es de mujer y este solo para hombres. Y pues la mayoría lo pensaba así y por eso como que les daba pena hacer las cosas como por la presión social o la opinión de las personas. Pero uno ya se da cuenta que todo siempre fue como más prejuicio que la gente inventaba, que verdaderamente la capacidad de trabajo no depende del género. Los trabajos en general son y pueden ser hechos por cualquier género, no es necesario tener que ser mujer o hombre para trabajar en algo, lo importante es el gusto y pues la intención de alguna manera servir y hacerlo bien, con ganas y con actitud. Eso de las diferencias ya está mandado a recoger y así como yo, hay muchas mujeres que han demostrado potencial para hacer cualquier trabajo o labor sin prejuicios o malos estigmas. De igual forma con los hombres, eso ya va en el talento y las ganas de salir adelante de cada persona.
En este día tan especial para el género femenino, queremos hacerle un homenaje a todas aquellas mujeres, que por pena, por presión social, prejuicio de género, se avergüenzan de sus labores. Y decirles que así como los colores y la ropa, los oficios no tienen género.